- Chicas que el primo de María ha
tenido un accidente –anunció mi mejor amiga por whatsapp.
- ¿Es muy grave? –preguntó mi
teletabi.
- Espero que esté bien. :) –dijo Silvia.
- Chicas, María está bien pero, no
le petéis mucho el whatsapp que está cenando con alguien. –explicó Sandra.
- ¿Con quién? :) –preguntó Silvia.
- Pues con un chico. Me ha dicho
que se llama: “Soy un tipo raro porque me gustan las lentejas”.
- Jajajajaja xD. –dijo Patri, mi
teletabi.
- Chicas, resumen. –pidió Alexandra.
- Que el primo de María ha tenido
un accidente, está en el hospital y María está cenando. –respondió Sandra.
- ¿Pero ella está bien? –preguntó Alexandra.
- Sí, bueno me preocupa con quien
está cenando xD. –dijo Sandra.
- Chicas, tranquilas, seguro que
está con el amigo del compañero de habitación de su primo. –explicó María.
- Sí, eso me ha dicho por teléfono.
–dijo Sandra.
- Bueno chicas, yo me voy. –anunció
Alexandra. –Luego llamaré a María.
- Vale, adiós Alex. Chicas yo también
me voy ya. Adiós –se despidió Patri.
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Miré el
whatsapp. 100 mesajes. No iba a leerlos. Ya pediría un resumen. Habíamos subido
a la habitación. Diego y David habían puesto la televisión y estaban viendo “Bob
“Esponja”, parecía que a los dos les encantaban esos dibujos animados.
- David, ¿en serio te gustan estos
dibujos? –preguntó Blas.
- Claro. Transmiten muchos valores,
¿verdad Diego? –respondió David.
- ¿Si, no? Una esponja que habla,
una estrella de mar tonta, un calamar antipático y un cangrejo egoísta. ¡Puff!
¡Qué de valores!
- Blas, tú no lo entiendes. –dijo mi
primo riendo.
Yo observaba
la escena divertida. Resultaba gracioso ver a tres chicos mayores que yo
dicutir sobre dibujos animados.
- ¿Tú qué opinas, María? –me preguntó
Blas.
- Creo que son dibujos un poco
extraños, pero la idea es original. La verdad es que están bien, pero yo
prefiero Doraemon. –dije riendo.
Los tres se
rieron. David miró su reloj.
- Chicos son las 23.30, ¿y si nos
dormimos ya?
Diego y
David se tumbaron en sus camas. Blas y yo, en los sillones que había en la
habitación para los acompañantes. David apagó la luz.